sábado, 10 de mayo de 2014

El buen Pastor

 
1.El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ése es ladrón y salteador.
2. Mas el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es.
3. A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y las saca.
4. Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz.
5. Mas al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.
6. Esta alegoría les dijo Jesús; pero ellos no entendieron qué era lo que les decía.
7. Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas.
8. Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas.
 
 
9. Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.
10. El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
11. Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.
12. Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa.
13. Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas.
14. Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen,
 
15. así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas.
16. También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor.
 
La parábola de la oveja perdida
 
1. Se acercaban a Jesús todos los publicanos y pecadores para oírle,
2. y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Este a los pecadores recibe, y con ellos come.
3. Entonces él les refirió esta parábola, diciendo:
4. ¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla?
5. Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso;
6. y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido.
7. Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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